Un tema que analizar: Recategorizaciones en las universidades

- Buenos días, vengo por información sobre recategorizaciones.
Secretaria Universidad Privada: - En esta universidad no existe tal cosa. Debió haber averiguado antes de venir. (Con una expresión de superioridad que no va con su puesto vuelve a lo que estaba haciendo antes de que la interrumpieran con esa estúpida pregunta).
- Estoy aquí justamente porque quiero averiguar. Igual gracias. (Se despide amablemente, pero por dentro está decepcionado de que esa gran institución educativa no tenga ni una mínima consideración en saber cuál es su condición económica).

Las categorías en la mayoría de universidades de nuestro país se basan en el colegio de procedencia. Es así que colegios como el León Pinelo, Markham, entre otros, son una especie de trampolín a la escala más alta en casi todas las universidades privadas de nuestro país.

Si bien es una manera de segmentar a la gran cantidad de personas que año a año postulan a una universidad, esta forma de decidir a que categoría irá cada alumno trae varias desventajas, injusticias o llamémosle simplemente errores.

Como experiencia personal, tuve que cambiar de universidad ya que mi primera opción no considera de ninguna forma una recategorización. Es así que opté por otra excelente universidad en la cual igual iba a estar con la pensión más alta pero al menos la intención de recategorizar existe.

Así como yo, muchísimos alumnos han pedido en esta universidad una recategorización. Y es que el hecho de que los padres, los abuelos, los tíos, o el tutor de turno de estos chicos haya podido pagar un "colegio de oro", no significa que se pueda dar el lujo (en este país estudiar en una buena universidad es justamente eso: UN LUJO) de pagar por una educación superior que no solamente son cinco años más, si no que es mucho más cara que cualquier colegio de chiquito con trapper kipper traído desde Miami.
Es así que las colas para recibir una cita con la asistenta social se vuelven horas de espera en la cual uno se gana con el llanto de una madre desesperada por no poder pagar tal monto que supera los dos mil trescientos soles mensuales o con un padre que justifica sus gastos con miles de papeles los cuales pasan al archivo de la asistenta social, y sabrá D.os si los tomará en cuenta.

Y ya que he mencionado los egresos, es ahí donde puedo detenerme un momentito para ahondar más en el tema.

- Jovencito, pero con el monto que recibe mensual usted pasa directamente a la categoría más alta y si hubieras estado en una más baja te hubiéramos tenido que subir la pensión.
- Pero le estoy justificando mis egresos. Gastos que lamentablemente no puedo dejar a un lado y que no me van a permitir pagar esta pensión mensual.
- Mire, su única obligación es estudiar. (De esta forma deja claro que el tema de egresos le importa bastante poco. Se cierra con el tema de que el chico de veinte años sólo debe estudiar así el resto de su mundo se caiga a pedazos).

Así uno tenga juicios, enfermedades, así la madre sea una madre soltera que debe mantener a más de un hijo, las escalas que utilizan estos sistemas de recategorización son bastante rígidas. Si ganas 10 entonces pasas a la más alta así tus gastos sean de 8 sin contar los estudios que equivalen a un 4.

- Señor, aquí veo que tiene ahorrado en el banco esta suma de dinero. (Pongamos que el pobre hombre, pobre en el sentido que casi tiene que suplicar para que la mujer sentada frente a el no se cierre tanto en la decisión de no recategorizar a su hijo, tiene S/10.000)
- Sí señora, pero usted entenderá que no me puedo gastar los ahorros de mi familia en la educación universitaria de uno de mis hijos. Sería algo completamente irresponsable. Con qué cubriría alguna emergencia?

La mujer que analiza los documentos ni se inmuta. El hecho de que el casillero donde se ponen los ahorros tenga un número escrito ya significa que este sujeto puede pagar lo que a la universidad le da la gana, y si no es así, tendrá que ver de donde saca el dinero.
Asimismo, el hecho de que tenga carro pues es un signo exterior de riqueza, así este se lo haya comprado hace varios años, y si no... pues que lo venda y que con ese dinero le pague los estudios al hijo.


- Señor, si llegamos a recategorizar a su hijo sólo le bajaremos una pensión. Es decir, en vez de pagar S/2500.00.- mensual, pagará S/2200. De todas formar no le prometo nada. Le deseo suerte. (Termina con una sonrisa que por un lado te expresa lástima y por otra una falsa preocupación).


Así como estos ejemplos de lo que pasa en algunas universidades, pasan muchos más durante los inicios de clases. Padres que compran "derechos de recategorización" con la casi casi falsa esperanza de que sus hijos no tendrán que pagar el monto que le fue asignado en un comienzo; asistentas sociales que visitan las casas y les revisan hasta el último cajón del mueblecito de la lavandería. Madres que dejan de comprar la misma cantidad de comida porque ahora deben ajustarse lo más posible; y lo más triste de todo: Chicos universitarios que tienen ganas de estudiar, pero llevan con ellos la gran preocupación de si podrán terminar en esa universidad o será solamente como haber probado de un maravilloso postre que luego debes cambiar por un plato de lentejas.

Escribo esta nota porque esta situación afecta a muchos alumnos de varias universidades.
Es una forma de decir que aquí hay un problema. Uno como estudiante no pide que le regalen la educación (que si fuera así entonces iríamos directo a universidad pública y nos evitaríamos tanto lío) pero sí pedimos pagar una pensión justa. Somos muchos los que hemos expuesto nuestras vidas económicas, sociales, judiciales, familiares, y las hemos expuesto con total transparencia, y solo pedimos que nos permitan estudiar sin tener el temor de tener que parar porque lamentablemente tuvimos que elegir entre estudiar y seguir viviendo, no con lujos, pero sin con tranquilidad.